Las 5 causas que ningún dentista te ha explicado
Seguramente en más de una ocasión te has preguntado, por qué me cruje la mandíbula. Aunque quizás no lo creas, es una dolencia común. Hace unos meses, un paciente que vamos a llamar Carlos, de unos 35 años, vino a mi consulta con una expresión preocupada en su rostro. Lo primero que me dijo fue; “cada vez que bostezo o mastico, siento un desagradable crujido en mi mandíbula, ¿es algo que deba preocuparme?. Este es un caso típico en nuestra Clínica Dental SJD Dentistas.
Lo primero como dentistas que debemos hacer es identificar el origen del crujido mandibular con el fin de establecer un diagnóstico adecuado. Principalmente encontramos dos tipos de crujidos mandibulares:
- Causado por un movimiento brusco de la mandíbula
- Relacionado directamente con un proceso degenerativo
Desmitificando el crujido de la mandíbula
La mandíbula es una de las estructuras más complejas y funcionales de nuestro cuerpo. El paciente común no lo sabe pero la mandíbula puede hacer ruidos por múltiples razones. Algunas veces, estos sonidos son solo el resultado de movimientos naturales, como un giro brusco o un estiramiento. Pero en otras ocasiones, pueden ser señales de algo más serio.
Las 5 causas más comunes del crujido mandibular
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Desgaste del disco articular
Con el paso del tiempo, es natural que ciertas partes de nuestro cuerpo muestren signos de desgaste. El disco articular, ese pequeño amortiguador entre el hueso temporal y la mandíbula, no es una excepción. Al igual que el cartílago en nuestras rodillas, puede desgastarse, especialmente en aquellos que tienen una vida activa masticando alimentos duros o goma de mascar con frecuencia.
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Efectos secundarios de medicamentos
Recuerdo a una paciente, que comenzó a experimentar crujidos en la mandíbula después de comenzar a tomar un nuevo medicamento para la ansiedad. Algunos medicamentos pueden alterar la forma en que funcionan nuestros músculos mandibulares, generando crujidos inesperados. Siempre es crucial informar a tu dentista sobre cualquier medicamento que estés tomando para poder hacer un diagnóstico certero.
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Postura inadecuada que afecta a la articulación de la mandíbula
Podría sorprenderte, pero la forma en que te sientas o incluso duermes puede influir en tu mandíbula. Una postura incorrecta puede ejercer presión extra en la articulación temporomandibular, provocando ese molesto crujido.
Esto puede generar problemas en la articulación temporomandibular y llevar a crujidos y dolor en la mandíbula. También pueden aparecer dolor de cabeza y migraña debido a este problema.
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Estrés y hábitos inconscientes
La vida moderna viene con su cuota de estrés. Y, a menudo, lleva a hábitos como rechinar los dientes o apretar la mandíbula, ambos pueden causar crujidos. De hecho, el bruxismo, o rechinar de dientes, es uno de los culpables más comunes detrás de este fenómeno.
Cuando existe disfunción craneomandibular, puede ser conveniente el uso de férulas de descarga, tratamientos de fisioterapia e incluso el uso de inyecciones de botox para relajar la mandíbula y la musculatura implicada.
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Artritis en la articulación temporomandibular
Como dentista, he encontrado que la artritis no solo afecta las manos o las rodillas. La articulación temporomandibular también puede ser víctima, especialmente en personas mayores de 35 años. Cuando esto sucede, el crujido es solo uno de los síntomas, y generalmente está acompañado de dolor.
¿Cómo diagnóstica el dentista los ruidos mandibulares?
Si comienzas a padecer crujidos mandibulares no debes ignorarlos y acudir a tu dentista para consultarlo. Es importante la valoración profesional bien sea por el dentista o el especialista maxilofacial.
En SJD Dentistas cuando recibimos un paciente con esta dolencia, lo primero que hacemos es realizar preguntas para conocer cómo se inició el trauma. Posteriormente hacemos una exploración para comprobar si el ruido va acompañado de dolor y si está asociado a determinados movimientos.
También se realiza una palpación de la zona cercana al oído mientras el paciente realiza movimientos mandibulares. De esta manera podemos determinar las sensaciones del paciente y las limitaciones que experimenta haciendo esos movimientos.
Para completar este análisis, lo ideal es complementarlo con estudios radiográficos para visualizar imágenes de la articulación.
¿Debería preocuparme por los ruidos mandibulares?
Los ruidos en la mandíbula, aunque comunes, nunca deben ser ignorados. Si bien en muchos casos pueden ser inofensivos y temporales, es esencial estar atento a otros síntomas como dolor, dificultad para mover la mandíbula o hinchazón. En mi experiencia, es mejor prevenir que lamentar.
Recomendaciones prácticas para aliviar y prevenir el crujido
Algunos consejos sencillos pueden marcar una gran diferencia:
- Ejercicios suaves para la mandíbula. Un par de estiramientos diarios pueden mejorar la movilidad y reducir los crujidos.
- Mantener una buena postura. Ya sea trabajando, viendo la televisión o durmiendo, asegúrate de que tu cuello y mandíbula están en una posición neutral.
- Evitar la masticación excesiva. Si eres de los que mastica chicle todo el día, podría ser hora de darle un descanso a tu mandíbula.
- Férulas nocturnas para el bruxismo. Si rechinas los dientes por la noche, estas férulas pueden ser una salvación.
Conclusión
El crujido mandibular puede ser tan simple como un movimiento brusco o tan complejo como una condición degenerativa. La clave es no tomarlo a la ligera. Si experimentas este problema, especialmente si tienes más de 35 años, es crucial consultar a un profesional. Tu mandíbula te lo agradecerá.
Para terminar, siempre digo a mis pacientes: «Mejor prevenir que lamentar». Así que si tienes dudas o te preocupa el crujido mandibular, ¡acude a nuestra Clínica dental SJD Dentistas!.
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