El flúor es un producto que aporta sendos beneficios a los dientes, este actúa aumentando la resistencia del esmalte. Este es antibacteriano, o sea, que actúa frente al crecimiento de bacterias que producen el sarro, y remineralizando la capa del esmalte. Dándole además mayor dureza y siendo por tanto más resistente a los ataques bacterianos.
El uso de flúor diario ha demostrado ser la forma más eficaz de prevenir las caries, tanto en niños como en adultos. La caries es una de las diez enfermedades de mayor prevalencia mundial y el uso de dentífricos fluorados es una medida sanitaria buena y barata.
Hace años han ido apareciendo “teorías de la conspiración” con el flúor como protagonista. A continuación te explicaremos el mito que se esconde tras ellas.
El flúor es un elemento químico con gran poder reactivo. Tiene la capacidad de unirse a casi cualquier otro elemento. Puro es altamente peligroso, y de ahí su mala prensa (y de la falta de conocimientos elementales de química). En la naturaleza no se encuentra de esta forma, sino formando compuestos con otros elementos. Según quien sea su compañero será más o menos peligroso.
Normalmente una persona ingiere flúor mediante los alimentos que lo contienen y que forman parte de la dieta habitual del individuo. También por medio de la ingesta de agua de consumo humano, las cuales están todas fluoradas, o por medio de pastas dentífricas. Estas contienen flúor en forma de sales que no son dañinas para nuestro organismo.
El beneficio principal de flúor, radica en la unión que forma este elemento con la hidroxiapatita. Esta forma parte del esmalte dental, la cual queda transformada en fluoroapatita, un mineral de mayor resistencia y dureza, que es más resistente a la colonización bacteriana.
De manera que podríamos preguntarnos, ¿dónde está el límite con el flúor, cuándo es este venenoso?. Pues bien, actualmente se estipula que la dosis mínima tóxica es de 5mg/ por kg de peso. Para un niño de 10kg sería ingerir 50mg de fluoruro; equivalente a varios tubos de pasta juntos. Es decir, usados en la cantidad indicada, los dentífricos fluorados son totalmente seguros y efectivos para prevenir las caries. Además hay que tener en cuenta que esta solución higiénico dental no es ingerida al ser utilizada para limpiar los dientes.
Con todo esto y atendiendo a las explicaciones dadas en la líneas anteriores, el flúor es un elemento usado para la prevención de la salud oral totalmente seguro. Este garantiza la disminución de incidencia y prevalencia de la caries. Así que siempre que oigamos este mito pensemos en aquello de: “la dosis hace al veneno”.
Si quiere mejorar tu salud dental, informarse a cerca de esta o simplemente desea que le orientemos, desde SJD Dentistas estaremos encantados de ayudarte. Acude ya a cualquiera de nuestras clínicas.