¿De qué hablamos?

Son muchas las alteraciones que pueden darse en la cavidad oral de los niños. En el capítulo de hoy, le prestaremos especial atención a los frenillos orales, atendiendo a las diferentes dudas que han surgido en torno a este tema en nuestras consultas. Esperamos que este blog te aclare.

Existen tres frenillos en la cavidad oral: el labial superior, el labial inferior y el lingual. Como norma general, estas bandas de tejido fibroso no deben de suponer ningún problema, dado que, con la actividad oral normal y la aparición de los dientes en boca, tienden a involucionar, dejando que todo curse con normalidad.

Sin embargo, hay un porcentaje de la población infantil que sufre deformaciones dentales o alteraciones deglutoras y fonadoras. Esto sucede cuando esta involución esperada no se produce.

Frenillo labial superior.

Produce deformaciones dentales antero superiores. Lo más frecuente es que quede un espacio entre ambos centrales superiores. Para que esto no suceda, ha de ser evaluado por un facultativo, mediante la maniobra de “Graber” y el examen clínico necesario. Así se confirmará si éste ha de ser tratado quirúrgicamente para corregir el problema a tiempo. En muchos casos, puede ser necesario el tratamiento ortodóntico, pese a la corrección quirúrgica previa.

Frenillo labial inferior.

Su inserción anómala es menos frecuente que la del frenillo labial superior. Al igual que en el superior puede provocar alteración en la posición dental, suele dar lugar a diastemas inter incisales inferiores. Así mismo, en estos casos, también es frecuente que se produzcan recesiones gingivo-vestibulares inferiores. Se puede corregir mediante recesión quirúrgica y ortodoncia.

Frenillo lingual.

En cuanto a este frenillo, se trata de una banda de tejido situada en la cara ventral de la lengua. Podemos decir que la frecuencia de alteración de éste es muy baja en comparación con las alteraciones de frenillos labiales. En la mayoría de los casos, su corrección es espontánea en los dos primeros años de vida. Suele estar influenciada directamente por la actividad deglutora y succional del bebe en periodo de lactancia.

Los estragos que puede ocasionar la involución adecuada de éste son alteraciones de tipo deglutoras o fonadoras. Se deben a la dificultad de proyectar la lengua hacia afuera y adelante. Además, en muchos casos, genera diastemas inter incisales inferiores, al igual que el frenillo labial inferior. En este caso, la corrección es más que necesaria en los primeros años de vida del niño, siendo lo más adecuada antes de los tres años de vida del niño.

Desde SJD Dentistas, te queremos orientar y explicar que, si te encuentras en alguna de estas situaciones en casa, es necesario que acudas a que un facultativo evalúe al pequeño. Es importante que esta evaluación sea precoz, durante la etapa eruptiva del niño, en medio del proceso de recambio dental y antes de que los caninos definitivos aparezcan en boca. Éste es el periodo comprendido aproximadamente entre los 3- 5 a 11 años de edad.

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