El término empleado para referirse a la sensación de ardor / quemazón de la cavidad oral, sin una causa desencadenante obvia es” Síndrome de boca ardiente”.

Esta sensación de quemazón dolorosa, que no responde a un estímulo desencadenante, puede darse en cualquier emplazamiento de la cavidad oral incluidos los labios, pudiendo afectar a toda la cavidad al completo o a una o varias partes delimitadas, esto último más inusual. 

Este mal puede tener fluctuaciones en cuanto a la percepción por parte del paciente, ya que este puede perdurar todo el día con igual constancia en cuanto a la intensidad de percepción, o variar siendo menos sintomático a primeras oras de día acentuándose a medida que pasan las horas.

Tiene un curso evolutivo variable, pudiendo ir desde semanas a incluso años, siendo muy rara su desaparición espontánea. La sensación es muy desagradable porque el paciente puede llegar a percibir que se está ”quemando” la boca sin que esto este sucediendo realmente.

El principal problema radica en el desconocimiento de la causa, lo cual dificulta mucho la tarea de solución y tratamiento de la patología, así como la ausencia de cambios físicos orales perceptivos a las exploraciones.

Existen factores de riesgo como:

  • Ser mujer y estar en periodo menopaúsico o postmenopáusico.
  • ser mayor a 50 años, haber tenido enfermedades o procedimientos dentales recientes,
  • tener reflujo gastro esofágico,
  • ser fumador o consumidos de alcohol…

Además esto, puede generar muchas complicaciones en la vida cotidiana. Normalmente genera dificultad para conciliar el sueño, dificultad para comer y sensación de depresión y desasosiego.

Los síntomas característicos de esta patología son:

  • Sensación de ardor con dolor y quemazón.
  • Sensación de cambios gustativos, aumento de sabor metálico o amargo.
  • Pérdida de gusto.
  • Sensación de sequedad oral y sed constante.

Atendiendo a la causa podemos definir dos tipos de síndrome de boca ardiente, el primario y el secundario:

Síndrome de boca ardiente primario: es aquel en el que no se identifican cambios en los tejidos, es de carácter idiopático.  Suele estar relacionado con alteraciones de nervios sensitivos periféricos o centrales.

Síndrome de boca ardiente secundario: se da como resultado de otra patología o situación primaria que padece el paciente. En este caso los pacientes tienen padecimientos tales como: xerostomía, infecciones fúngicas, trastornos inflamatorios. También liquen plano, déficits nutricionales, alergias, prótesis dental, trastornos endocrinos como diabetes. Además de dan factores psicológicos como estrés o ansiedad, hábitos orales inadecuados como mordisqueo lingual, consumo de fármacos xerostomizantes…

Como citábamos anteriormente, la resolución de esta patología es compleja. En muchos casos no puede lograrse, de manera que las medidas a adoptar frente a la misma son de carácter preventivo. Entre estas se encuentra evitar el consumo de irritantes, como tabaco y alcohol. Además hay que eliminar las bebidas carbonatadas y comidas ácidas y picantes.

En algunos casos se recomiendan geles lubricantes que eviten la xerostomía y humidifiquen el medio. Esto hace que sea más llevadero, además de la eliminación de todos aquellos factores predisponentes.

Si estas siendo víctima de esta desagradable sensación, acude a SJD Dentistas donde estaremos encantados de ayudarte y orientarte ante esta situación.

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